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Testimonio Federica Sonedda | 29 años

Me llamo Federica y soy voluntaria del Servicio Voluntario Europeo en Zaragoza. Estoy dando clases de italiano a chicos de grado medio y superior en escuelas, en Calatayud, en Tarazona y en la oficina de Mundus Zaragoza. Y también clases de italiano a tres chicos sordos con la ayuda de la intérprete. La semana que viene seguramente comenzaré mi voluntariado en una casa de juventud.


Test de personalidad:

Una canción que no soportes:

No hay una canción en particular pero no soporto la música metal.

Tu sabor de helado preferido:

Regaliz y pistacho.

Un libro que volverías a leer:

"En el nombre de la Rosa".

Una manía inconfesable:

Me gusta el orden :) y los dulces. 

Una herramienta de trabajo indispensable:

Tener algo de comer siempre conmigo.

Un destino para perderte:

¡Mi isla o cualquier isla del mundo! Me encanta la playa.

Sobre tu SVE:

¿Por qué decidiste hacer un Servicio Voluntario Europeo?

Trabajé en una asociación que se dedica a la movilidad internacional y ya sabía todo sobre el programa Erasmus+ y sus posibilidades en el extranjero al haber participado en diferentes intercambios de jóvenes. Esperé muchos años para tener una experiencia en el extranjero, pero por razones personales siempre lo iba posponiendo. Pero antes de los 30 años quería hacerlo y con la primera entrevista y el primer CV enviado me encontré en Zaragoza.

¿En qué ha consistido tu SVE? 

Mi SVE por el momento consiste en dar clases de italiano, un curso básico (sobre todo para poder hablar) a chicos que deciden de hacer una experiencia de prácticas en Italia.

¿Por qué hacer un Servicio Voluntario Europeo?

Porque dejas tu zona de confort, por independencia, para creer en ti mismo.

¿Qué es lo que más te ha gustado de vivir en Zaragoza?

Zaragoza es una ciudad bonita y segura para vivir y también tenemos un piso en el centro de la ciudad y puedo disfrutar de todas las actividades que ofrece la ciudad.

Y una vez que ha terminado, ¿repetirías la experiencia?

No repetiría la experiencia porque la vida sigue y me gustaría encontrar un buen trabajo sin olvidarme de esta experiencia de voluntariado.


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